El siguiente discurso contiene la sustancia de varios sermones predicados en una congregación privada. Algunos de quienes oyeron estos sermones, considerando el asunto tratado y el propósito de los mismos con respecto al estado actual de las cosas en esta nación, juzgaron que sería conveniente y oportuno hacerlos públicos para el uso y beneficio de otros. Porque decían que, aunque la tierra en que vivimos está llena de pecado y de varios indicios del desagrado de Dios en ella, hay una negligencia injustificada en el llamamiento a sus habitantes al arrepentimiento para desviar los juicios inminentes. Los mismos paganos, decían, ante una menor evidencia de proximidad de la venganza divina en comparación con la que hay entre nosotros, siempre se dirigían solemnemente a sus deidades para alejarla. Por lo tanto, esta negligencia entre nosotros es como una enfermedad que el más débil y mezquino esfuerzo para su alivio podría ser de alguna utilidad, y por ello no puedo más que considerar que este discurso sea publicado.