¿A dónde acude para disfrutar de la paz que sobrepasa todo entendimiento?
Jesús nos da un mandato claro con respecto a preocuparnos: no lo hagan. Aun así, la preocupación y el miedo pueden parecer inevitables e imposibles de vencer.
Sin embargo, no lo son. Existe una cura: ser agradecidos.
Es posible hallar la paz cuando deja ir el miedo y la preocupación, le da gracias a Dios por su relación con usted y confía en Él para que controle todo en su vida, tanto ahora como en el futuro. Manténgase afianzado a la realidad de la soberanía de Dios, y sepa que Él promete nunca dejarlo o abandonarlo. A lo largo de estas páginas, examine sus miedos y preocupaciones y descubra cómo un corazón lleno de gratitud es en realidad la prescripción de Dios para el miedo y la preocupación. Al igual que el Dr. James Gills aplique la verdad bíblica a una de sus mayores necesidades mientras se aventura por un camino hacia esperanza y la sanidad.