Cuando ha agotado todas sus opciones y todo a lo que se aferraba ha fallado, Dios se hace presente. Él escucha su clamor y recuerda las promesas que le hizo. Él nunca se aparta del desesperado. Nunca ignora sus lágrimas. Los sueños y visiones que Dios ha puesto en el corazón de su pueblo se harán realidad. Su única tarea es aprender a hacer oraciones desesperadas.
El autor de libros de mayor venta, John Eckhardt, usa la oración de Ana como modelo para invitarlo a usted a llevar una vida de oración que produzca resultados consistentemente. A través de la enseñanza bíblica y la aplicación práctica, usted puede perseverar en la oración sin importar dónde esté en su vida, cuán mal parezcan las cosas o la situación en la que se halle. Tenga la última palabra sobre el enemigo y experimente gozo en la presencia de Dios.